Infancia sin Fronteras desarrolla proyectos educativos en países subdesarrollados, vinculados a estas escuelas funcionan una serie de comedores infantiles que ofrecen un menú diario equilibrado, elaborado por un nutricionista, y que trata de suplir las deficiencias de proteínas y vitaminas que normalmente tiene la dieta de las familias con bajos recursos en la mayoría de los países menos desarrollados.
Podemos resumir los beneficios de un sistema de seguridad alimentaria infantil basado en comedores diarios en los siguientes:
1) Ayuda a proporcionar a los niños una dieta más equilibrada, garantizando la presencia de distintos tipos de vitaminas y proteínas en la ingesta diaria.
2) Al estar vinculados a escuelas (bien de la propia ONG o públicas de cada país), se convierten en una herramienta básica para mejorar el rendimiento escolar de los alumnos.
3) Relacionado con el anterior, podemos decir que también sirve para luchar contra la deserción escolar, ya que los padres encuentran un mayor incentivo en llevar a sus hijos a la escuela en lugar de usarlos como medio productivo.
4) Por último, sirven para liberar buena parte de los recursos familiares, de modo que estas familias puedan acceder a otras necesidades antes privadas: medicamentos, ropa, medios productivos, etc.