Durante los pasados meses de mayo y junio, el equipo de Infancia sin Fronteras Nicaragua completó la distribución de las 210 cocinas ecológicas que se han fabricado de manera artesanal con el apoyo de la Fundación Caja Navarra y el Ayuntamiento de Pozoblanco. El proyecto, que se puso en marcha durante la primavera de 2018, pretende dar respuesta a una serie de problemáticas que, como siempre, afectan a los colectivos más vulnerables: la infancia y la mujer.
Matagalpa, uno de los departamentos norteños de Nicaragua, también es conocida como Perla del Septentrión por sus características naturales: húmeda y verde. Sin embargo, una excesiva presión demográfica y el uso intensivo de leña por parte de sus habitantes está cambiando un paisaje que se encuentra sumido en un progresivo despale, como se conoce allí al fenómeno de la deforestación, habiéndose reducido la superficie de masa boscosa en un 31% desde 1990, según datos del Banco Mundial. Las consecuencias de este proceso sobre la biodiversidad y la fijación de dióxido de carbono son evidentes, así como la erosión del suelo y el riesgo de corrimientos de tierra en épocas de lluvia por la pérdida de masa vegetal. Uno de los factores que inciden en este alarmante despale, el uso de leña como combustible para cocinar, resulta además muy nocivo para la salud de las mujeres y de los más pequeños, que suelen pasar gran parte del día junto a sus madres en las cocinas.
Estas son las problemáticas que han impulsado el proyecto que Infancia sin Fronteras ha ejecutado con la colaboración de la Fundación Caja Navarra y el Ayuntamiento de Pozoblanco. Las cocinas se han fabricado de manera artesanal en talleres de Matagalpa, buscando que el proyecto tenga un doble impacto social, sin olvidar el doble impacto medioambiental relacionado con la reutilización de residuos sólidos (cascarilla de café) y la mitigación de la tala descontrolada en los montes de Matagalpa.
A pesar de la compleja situación sociopolítica en la que se encuentra el país desde abril de 2018, el compromiso de todo el equipo de ISF Nicaragua y la fuerte implicación de las beneficiarias han hecho posible cumplir con los objetivos marcados. La distribución de las cocinas se ha organizado en tres fases, para cubrir las necesidades de las tres comunidades implicadas en el proyecto:
1ª Fase (junio 2018): Quebradahonda – 50 cocinas.
2ª Fase (diciembre 2018): Villa Kokomo – 60 cocinas.
3ª Fase (mayo-junio 2019): Paz y Reconciliación – 100 cocinas.
Durante la distribución, se han organizado jornadas de sensibilización donde, además de demostraciones dirigidas a mostrar el uso adecuado y seguro de las cocinas, se ha incidido en la prevención de ciertas enfermedades respiratorias, y se ha puesto en valor el respeto y cuidado del entorno ambiental en el que viven estas familias.
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